Poema de mujer
en medio de un atardecer desatado,
agitado rompeolas de rayos de sol
abren los colores y la luz
en una reverencia entra.
Caricia con la que a lo lejos
se acerca el viento.
Sirena mar adentro
poetisa de los bosques,
concitando estrellas
por las noches,
parece pedir perdón
cuando destemplada
se encuentra.
Ahora y siempre
todo el andar de la vida
te lleva.
KETTY IBÁÑEZ
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