CUENTO DE NAVIDAD
Les contaba aquel cuento el Abuelo Manuel-UN CUENTO DE NAVIDAD- de hacía ya tanto...sus nietos y los otros niños con los ojos bien abiertos y en la boca dibujado un Ohhh muy largo y una sonrisa de gusto infantil de asombro y de encanto. En la chimenea el fuego crepitaba, al calor de la lumbre de la abuela Tomasa un chocolate caliente unas perrunillas y unos bollos con sabor a manzana, el Hogar la Familia y los Sueños pesaban y pasaban y se venían arrastrando con música y a la luz de las candelas, que es Noche cerrada.
"Escuchad Niños, hace mucho tiempo las Nieves del Invierno dejaban aislados a los pequeños pueblos de la montaña, pero eso no importaba...y el Valle nevado se quedaba en silencio, sólo el ulular del viento afuera más y más arañaba; mordiendo la noche, la noche que llegaba. Pero eso no importaba...siempre las estrellas, cada una, todas ellas brillaban; y la lumbre amorosa en cada casa... la de Matías el pastor, Ángel el panadero, el herrero Tomás y su mujer Pepa; Severiano el vaquero y Concha, Matilde, Ernestina y Blanca, Avelina, Josefina y Adela. Desde el alfarero Miguel y Pablo el maestro, Juan, José, Maximiliano y tantos otros que el pueblo lleva en su corazón y quiere.
El pueblo Esperanza redactaba todos los años una carta...de deseos hecha, a la manera de todos y que a ninguno faltara LLUVIA DE SUEÑOS,DE PAZ Y ESPERANZA, AMOR PARA TODOS.Y entonces...se sentía que todo el año era Navidad, los niños con sus canciones-tamboril y panderetas- jugaban en la Plaza, las casas se llenaban de voces y villancicos, campanillas y zambomba; y farolillos de luz y arbolitos y muñecos de nieve...Y entonces el Espíritu de la Navidad llegaba para no irse y escogía "a todos" para que nadie estuviera solo.
Y así de esta manera todos los años se repite en aquél pueblo pequeño lo que de verdad el sentido de la Navidad es y despierta-que los corazones sean Buenos y generosos y juntos se amen y sientan-.
Cuando más noche cerrada es se ve a lo lejos una Estrella preciosa que cuidadosamente ilumina y les dice a todos "el amor es un relojito que nos mueve". . .
Los niños de aquél pueblo entendieron que lo mejor de todo era -primero "tener una infancia y seguir siendo niño" y ya alcanzada la edad adulta "no olvidar a aquél niño que fuimos"-.
Y así deletreando días con palabras que acarician, los sentimientos buenos se hacen por doquier y se abren paso un DÍA TRAS OTRO...Toda una vida en "Un cuento de Navidad", en aquel precioso pueblo si lo hacemos nosotros.
Ketty Ibáñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario