Te envío esta carta desde aquí mismo
pero desde donde tú estás parece mucho más lejos...
Me pareces ahora estar rodeado por una pared de ladrillos que tú mismo construiste.Eres como los legendarios y silenciosos vaqueros del medio Oeste, pareciera que te gustara estar solo,pero no es así.En realidad creo que no dejas en libertad todos tus sueños,al menos sólo a ratos.
Sospecho eres un romántico incurable en lo más profundo de ti, pero no sé qué te impide no serlo.Severo con todo,disciplinado,con ese comportamiento tranquilo,pero inseguro-siempre duda,dubitativo-,siempre ahora tan callado...
Permítete alguna locura,por favor.Hay ocasiones en que pareces ocultar tus "frustraciones" bajo actitudes bruscas y otras sorprendes con un humor de tinte inesperado e incongruente.Casi siempre irónico y descreído.Y es cuando te digo aquéllo de ¿no te tomas nada en serio?...Pero entonces tu Sonrisa lo llena TODO.
Creo que sólo unos pocos elegidos son capaces de liberar esa alma solitaria que eres.Y que nadie cuenta las Historias como lo haces tú.Y me parece que ha transcurrido un montón de tiempo inútil hasta conocerte.Desde ahora hasta siempre...
Ketty Ibáñez
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