La mirada se gira
se hace más tranquila
la espera,
de emociones puestos los sueños
a dormir en medio
de unos versos.
De voz callada
sólo quedan de un amor
lejanos ecos,
conmovidos pensamientos
en soliloquio la luna y el silencio.
Es medianoche
nunca como ahora
he sentido desprenderme
descolgarme de un sueño.
Qué importa lo que somos
si no podemos tener la vida
que los dos queremos.
Ketty Ibáñez