Dueño de mi vida,he venido triste hasta esta playa
como hambriento náufrago perdido,para pensarte;
sabiendo que tú eres la imagen con la que soñarte,
sorbo a sorbo aquí,extrañamente tardío tú.
De un otoño silencioso se viste mi vida ahora,
mis labios quisieran poder tocarte y deshacerse
en mil sensaciones nuevas desnudas,mientras
son ellos los aplicados alumnos surcando
por tu cuerpo y toda su geografía extensa.
Mis manos... envolviendo las sendas,las cimas
y las veredas,los rincones y acantilados,precipicios
que andan por tu silueta y tu siesta;
y bañarse por tu playa abierta.
Mis ojos...como pajarillos curiosos e inquietos
buscan los tuyos,anticipos de lentos y lánguidos besos.
Caricias camino de ti...sorteando el tiempo
y paréntesis llenos de palabras,
sólo palabras acabadas.
Túneles de intimidad donde tú y yo
solos se encuentran,recintos nuestros...
Cielos de amor y quereres
llenos con amaneceres nuevos,
o al atardecer sestean para irse a dormir
yaciendo en versos nuestros,impregnarse
mientras es la noche la que inextinguible
se acerca y llega.
Ketty Ibáñez(reservados derechos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario