De infinitos tonos
está hecha la vida,
movimientos,discursos,flores,
hechos,brillos,luces,visiones...
De otra mirada hecha
el jardín de mi vida...ahora.
Evoco aquellas pequeñas flores
en mi infantil edén,
diminutas,desperdigadas por el huerto
y tañidas por mi casa,
un oasis en medio de la nada;
flores silvestres entre la maleza,
vistosas entre cardos y hierba alta.
De amapolas,margaritas,guisante silvestre,
gatuña y zanahoria,veza,alfalfa,clavelito,
cártamo,diente de león,,violetas...
El lento curso de la vida
te presta tras el cristal de los ojos,
otra mirada,otra excusa que te haga.
En ramos a cientos,flores en el jardín
enamoradas,rosas,gardenias,
tulipanes y orquídeas,azucenas,
ciclamen,geranios y malvas.
Son pretextos en el paraíso
que entre sus hojas y pétalos llevan te quieros,
fragancias deleitosas;encerradas en cálices profundos
y hojas verdes muy largas.Peciolos,estambres,corola,
miel entre los labios,amor de abejas que en el aire
arrastran libar besos,más fragancias.
El talle de mi jardín se pasea entre finos juncos
y el aire gracioso se cimbrea cual jazmín blanco,
y a lo lejos,sestea una flor de loto
en el estanque quieto,magnífica y entreabierta.
Ketty Ibáñez.(derechos reservados).
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