UNA MUJER MALTRATADA

 Mi protagonista a sus casi cuarenta y cinco años lleva a sus espaldas líneas deshilvanadas,palabras que duelen y zozobran a su alrededor,eco de voces que se escapan por los rincones de su alma castigada,heridas y cicatrices a espaldas del mundo.Sólo el aire y la noche saben por qué.
 Lleva acumulando no una vida sino tan solo días llovidos callando en silencio junto a alguien hechos de furia,rabia y melancolía;desencadenados poco a poco como un aguacero o la peor de las tormentas.
 Veinte años casada  han bastado para descubrir que es una mujer mal amada en medio de espacios heridos.Sus días azules se volvieron tormenta.Huérfanas y vacías las horas junto a aquél que la hacía sentirse pequeña,despreciando todo cuanto ella significaba,días grises y anodinos al lado de un hombre que poco a poco la fue apartando del mundo y de todos.Anuló sus sueños,la apartó de los suyos y la obligó a que toda su vida la dedicara a él.
 Y el miedo,otra vez el miedo a que llegara la noche y ella sentirse tan vejada y sola;cuando alguien te chilla,te empuja y te amenaza y tú te sientes nadie.¡Niña,calla y aguanta.No despiertes al monstruo que ésta es su casa!.Cuando te chilla y tú ya no puedes más,si no te escucha sólo te insulta...y te dice que no vales para nada.Te tira los platos con la comida al suelo,se ríe de ti-pobre niña tonta-,te grita y sigue gritándote y no entiendes por qué lo hace.Por qué se pone así,por qué no para de hacer éso.Es violento con las cosas de tu casa,las puertas de los cuartos llevan su marca-golpes que quizás tú no encajaras-.Por qué me hace ésto...Sólo el miedo te agarrota y el proteger al que duerme en su pequeño sueño-el hijo al que adoras-.
 Mi protagonista es una mujer MAL AMADA.
Dile,grítale que ya no puedes más.Que te sientes cada día más extraña en las manos que no son las adecuadas.Por favor,no llores más...Sólo huye de ahí,escapa de ese lugar.Amores que amargan ésos no son amores.Sólo te atrapan-sin quererte-.
 Mi protagonista mira atrás recabando su pasado con una mezcla de rabia y confusión,y una sensación de extravío de cosas que ha perdido.Con esa mirada suya que parece caminar tan sola,con esos ojos tan grandes que parecen siempre dispuestos a abrazarte en cualquier momento.

Ketty Ibáñez